Ramas del Firmamento

A veces, cuando conduces por las grandes autopistas canadienses, te fijas en estos árboles que parecen enmarcar el cielo de una forma peculiar, casi como si el mundo se detuviera un instante y te dieras cuenta. Las ramas se extienden como si sostuvieran el cielo mismo, y los colores, sin importar la estación, parecen más grandes que cualquier cosa en la que estuvieras pensando un momento antes. Hay una quietud allí, una especie de silencioso recordatorio de que la naturaleza no pide tu atención, pero de alguna manera la merece. Esta pintura surge de esa pausa, esa pequeña interrupción en tu día cuando el paisaje insiste en que mires hacia arriba y recuerdes que la belleza no es algo que busques, es algo que te encuentra cuando finalmente prestas atención.

Óleo sobre lino tensado.

22” x 25 1/2”